La historia se inició en 2008 con La Libélula, un nido de 0 a 3 años creado por Barbara Serrano en Torrelodones, basado en la pedagogía Pickler-Lòczy y la educación respetuosa y activa que evolucionó hacia El Dragón, que abrió sus puertas en 2012, desde entonces no hemos parado de crecer. Primero fue El Dragón, con Infantil y Primaria, y más adelante, cuando incluimos Secundaria, pasamos a llamarnos El Dragón International School. En el año 2019 pasamos a ser Escuela Cambridge Internacional. En enero de 2020 inauguramos nuestras nuevas instalaciones e incorporamos Bachiller a nuestro plan académico y cambiamos el nombre a Dragon American School – el colegio americano de Torrelodones.
Como colegio americano nos acredita el NEASC-CIS. Este modelo está formado por un convenio entre el New England Association of Schools and Colleges y el Council of International Schools. Ambas son entidades independientes reconocidas por agrupar instituciones educativas de alta calidad alrededor del mundo.
Con nuestro título americano, nuestrøs estudiantes pueden acceder a las universidades americanas y con el título británico a las mejores universidades del mundo, incluidas las de España.
Somos una escuela orgánica, no solo por filosofía, sino porque también no dejamos nunca de crecer y adaptarnos a nuestro entorno. Hoy día la educación no puede estar estancada porque vivimos en una época de cambio constante. Si en otros tiempos lo prudente era tener paciencia y esperar, hoy lo prudente es cambiar.
Sus caminos se cruzaron cuando, en una reunión, se dieron cuenta de que ambos tenían el mismo objetivo y que podían aportar, desde sus respectivos campos, su experiencia para crear este gran proyecto educativo que hoy se denomina Dragon American School.
La meta de ambos era la misma: que sus hijøs recibieran una educación eficiente para poder afrontar los retos y desafíos del futuro; ofrecerles una educación que ayudara a sus hijøs a encontrar su máximo potencial, que respetara sus ganas de aprender y se pudieran desarrollar sin barreras que los condicionaran. Una educación que brindara opciones y libertad de elección para sus futuros y, sobre todo, que consiguiera que sus hijøs pudiesen ir felices al colegio.
Al poco tiempo se pusieron manos a la obra. Tenían claro que su modelo pedagógico se basaría en el de las escuelas democráticas. Bárbara estudió de cerca esta metodología pedagógica de éxito en Israel, Estados Unidos y otros países con sistemas educativos más desarrollados. Se trata de un modelo de escuela que se comenzó a desarrollar alrededor de los años 20 y está comprobado que funciona. Juan, por su lado, con su perfil empresarial y de éxito en Startups, incorporó a este modelo un valor estratégico clave para consolidar el diseño pedagógico personalizado que terminó de perfilar lo que hoy en día es Dragon American School.